TEOLOGIA 3 - CICLO C - TEMA 7

14:37

A.- Biblia:
Los sentidos de la biblia

159. El literal o histórico es el sentido que las palabras bíblicas tienen según la intención y mente del hagiógrafo o autor. No hay texto bíblico sin sentido literal. Este sentido debe buscarse siempre en primer lugar. El, sobre todo, sirve para proponer y confirmar las verdades de la fe.

160. El sentido espiritual. DIOS, autor principal de la Biblia ha querido dar a unos textos, fuera del sentido literal, un segundo sentido que llamamos espiritual. Lo aceptamos sólo y siempre en los casos en que consta que DIOS realmente ha dado al texto tal sentido. Únicamente DIOS, autor de este sentido, puede dárnoslo a conocer. Así, el relato del maná en el desierto, en su sentido literal nos informa de cómo DIOS alimentó a su pueblo en aquel viaje; en su sentido espiritual, el texto nos enseña la necesidad del alimento eucarístico para nuestras almas en el camino al Cielo. Así lo dio a conocer en San Juan 6,31 y siguientes. El llamado sentido traslaticio no tiene base, ni se debe usar.

A.T.: Samuel, Reyes y Crónicas.

162. 9-1º de Samuel y 10-2º de Samuel. Fondo histórico. Estos dos libros al principio eran uno solo. Al comenzar el siglo 11, Sansón cae víctima de los filisteos; hacia el 1060, Heli y Samuel lamentan la derrota de Israel por los filisteos, la captura del Arca y la destrucción de Silo. Al fin del siglo, Samuel se ve impotente de sacudir el yugo filisteo.

163. Viendo los israelitas a las grandes potencias, y también a Moab y Edóm independientes, lo atribuyen a sus reyes hereditarios y a sus ejércitos, por lo que piden a Samuel un rey. En este tiempo, las dos grandes potencias estaban debilitadas por luchas internas.

164. Finalidad de los dos Libros. Siendo uno al principio, después se dividieron en dos. Quieren enseñar que el Reino debe permanecer teocrático, es decir, sagrado, aun gobernado por reyes. Ellos deben ser lugartenientes de Yahvé, cumpliendo su voluntad consignada en la Ley. Por no respetar esto, Saúl, primer rey, será repudiado; es el tipo de cómo no debe ser un rey. Le sucede David, que es el modelo de cómo debe ser un rey. Su dinastía será eterna, de él vendrá el Mesías; a través de ella, la humanidad triunfará, como le ha prometido en Génesis 3,15 y Éxodo 19,6.

165. Contenido del Libro 1º: 1ª parte, del 1 al 7: Helí, Samuel y opresión filistea. 2ª parte, del 8 al 15: Samuel y Saúl. 3ª parte, del 16 al 31: Saúl y David.

166. Contenido del 2º Libro: 1ª parte, del 1 al 4: David, rey de Judá. 2ª parte, del 5 al 8: David, rey de Judá e Israel. 3ª parte, del 9 al 12: familia de David e intrigas por la sucesión. 4ª parte, del 13 al 19: rebelión de Absalón. 5ª parte, del 20 al 24: acción de gracias de David, últimas palabras, censo del pueblo, la peste y perdón divino, construcción de un altar.

167. 11.1º de Reyes y 12-2º de Reyes.- Fondo histórico.- Yahvé había prometido por Natán una dinastía davídica eterna. Los hechos históricos parecen desmentir esta solemne promesa. En el año 925 se divide el Reino. En el 722, el Reino del Norte, Samaría, es destruido por Asiria; los habitantes van al exilio y jamás vuelven. En el 586, el Reino del Sur, Judá, es destruido por los babilonios; Jerusalén y el Templo son arrasados, y los habitantes van al exilio de Babilonia. Para el criterio profano, todo se acabó; dirán que DIOS no ha cumplido su promesa, son pruebas a la fe; la mirada de DIOS está sobre el tiempo; la cumplirá en Jesucristo.

168. Finalidad de los Libros.- Se escribe esta obra en Babilonia, hacia el 560, para los exiliados; más tarde se divide en los dos Libros actuales.

169. El autor dice a sus compatriotas: no ha sido DIOS infiel a sus promesas; más bien los reyes y el pueblo han sido los infieles a sus deberes para con DIOS. Reyes fieles a Yahvé hubo muy pocos, destacando Ezequías y Josías. Casi todos los demás faltaron a su fidelidad: al DIOS único que es el monoteísmo, al Templo y a la Ley: tres pecados capitales que fueron la causa de su desgracia.

170. Reyes y pueblo han forzado a Yahvé a abandonarlos, pero el abandono será sólo temporal, pues DIOS no puede dejar de cumplir sus promesas. Sólo espera que su pueblo se convierta a Él. De este modo, el autor humano quiere confirmar a los exilados en su fe a la veracidad y fidelidad de Yahvé, y quiere moverlos a la conversión.

171. Contenido del Libro 1º: 1ª parte del 1 al 11: Salomón, unción, sabiduría, Templo, reina de Sabá, mujeres, decadencia.- 2ª parte, del 12 al 22: varios reyes, división del Reino, Elías y Eliseo, avisos y castigos, Ajab y Nabot.

172. Contenido del Libro 2º: 1ª parte, del 1 al 13: Elías arrebatado al Cielo, curación de Naamán, rey Jehú y Atalía.- 2ª parte, del 14 al 17: los dos Reinos hasta la caída del Norte, Samaria. 3ª parte, del 18 al 25: De Exequias, hasta la caída de Judá. 4ª parte, caída de Jerusalén.

173. 13.1º de Crónicas y 14-2º de Crónicas. Fondo histórico. Después de asolado el Reino de Israel en el 722, es destruido también el de Judá en 586. Parece perdida irremediablemente toda esperanza en un futuro glorioso.

174. Fondo ideológico. Hay en el pueblo un grupo de personas, el resto de Israel, que sigue creyendo firmemente que vendrá un rey davídico que reinará en Judá y sobre toda la tierra. Pues DIOS, por Natán, lo ha prometido a David. La esperanza de este grupo se concentra y se funda en el Templo, como morada del DIOS Omnipotente y en el Mesías, que será enviado por DIOS para cumplir todas las promesas hechas por Él, en el mismo momento del pecado de Adán y Eva, en el llamado protoevangelio, primer anuncio de salvación, con la Virgen, nueva Eva y Jesús, nuevo Adán; a los Patriarcas, y más tarde por los Profetas.

175. Finalidad de los dos Libros. El autor quiere avivar y afianzar en el pueblo la fe y la esperanza en que DIOS cumplirá por su Mesías, un rey descendiente de David, todas sus promesas, que significan un futuro glorioso para el pueblo elegido. Se escribe después del exilio. Se ocupa exclusivamente del Reino de Sur, Judá, idealizando los hechos y sobre todo, la persona y las hazañas de David. Se emplea una forma literaria popular, partiendo de un hecho histórico, para desarrollar un tema religioso. Selecciona los hechos históricos y los adorna imaginativamente.

176. Contenido del Libro 1º: 1ª parte, del 1 al 8: Genealogías desde Adán hasta Saúl, sobre todo de Judá y de David; de los sacerdotes, levitas y personal del Templo.- 2ª parte, del 9 al 29: David y sus relaciones con el Templo.

177. Contenido del Libro 2º: 1ª parte, del 1 al 9: Salomón y el Templo. 2ª parte, del 10 al 14: levitas, fidelidad al sacerdocio legítimo, reformas culturales. 3ª parte, del 14 al 36: de los pocos reyes piadosos y reformadores.

B.- Teología:
Enemigos del alma.

178. Origen de las tentaciones. Proceden de tres fuentes:
a. Pasiones desordenadas y malos vicios o hábitos, que son ciertos movimientos del apetito sensitivo hacia el mal, provenientes del pecado original y que llevan al pecado actual.
b. El espíritu mundano y todo lo que lleva a impresionar los sentidos y seducir las conciencias para llevarnos al mal.
c. El Demonio, que en su envidia y desesperación por haber rechazado a Dios, quiere llevarnos consigo mediante insinuaciones, sugestiones y posesiones, sugiriendo malos pensamientos y excitando nuestras malas inclinaciones. Son lo que llamamos enemigos del alma, o sea, el mundo, el demonio y la carne.

El Demonio. Es un ángel que fue creado bueno, pero que él se hizo malo por su culpa; desobedeciendo a Dios, fue arrojado al Infierno, que en ese momento se creó para él y todos los que le siguieron. Tiene distintos nombres, que de una forma u otra, indican lo que es y lo que hace: adversario, enemigo, pervertido y pervertidor, mentiroso y padre de la mentira.

179. Nos tienta por el odio que tiene contra Dios, cuya imagen ve en nosotros; por la envidia que nos tiene al vernos amigos de Dios y destinados al Cielo, si hacemos lo contrario a lo que él hizo.

180. Tiene muchas maneras de tentarnos: principalmente por las tentaciones, sugestiones y posesiones; malos pensamientos unidos a los atractivos del mundo, a los deseos de placeres y riquezas junto a nuestro afán insaciable de gozar y nuestra repugnancia a sufrir; y a la soberbia.
181. Estudia nuestras inclinaciones desordenadas y las fomenta. Nos tienta también por aquellas cosas que son necesarias para la vida, o muy útiles, haciendo que las deseemos desordenadamente. Con engaños y traición, presentándose a veces muy disimuladamente y con cara de bueno, con más o menos intensidad y frecuencia, según nos vea más o menos firmes.

182. Le vencemos estando unidos a Dios, a la Virgen Inmaculada, invocando a San Miguel, con la Cruz, con el agua bendita, con la oración, ayuno, examen de conciencia, confesión frecuente al mismo confesor y haciendo todo lo contrario a lo que nos sugiera, sobre todo, obedeciendo y no mintiendo.

183. El mundo. Es todo un conjunto de personas y cosas que forman un ambiente contrario a Dios y a su Ley, matan las almas privándolas de la Vida divina o Gracia, o debilitándolas, encaminándonos hacia el Infierno. Lo llamaba el Papa Pío 12: "malvada y compleja industria del pecado": falsas propagandas, burlas, persecuciones, diversiones, modas, escándalos, malos ejemplos, negocios sucios, mala educación, perversiones, etc.

184. San Juan dice en su primera carta que todo lo que hay en el mundo está sentado sobre el mal: concupiscencia de los ojos vanidades y deseos de riquezas-, concupiscencia de la carne-deseos de placeres desordenados y evitar el sufrimiento-, y la soberbia de la vida- honores, fama, poder, orgullo-. Son muchos los peligros que nos acechan por todas partes, y, de dentro de nosotros, con esa inclinación al mal que todos llevamos, sale una invitación constante a ceder. El Bautismo nos quitó el pecado original, pero queda la concupiscencia o inclinación que tenemos; podemos superarla con la abundancia de gracias que DIOS nos otorga, siempre y en todas partes.

185. La carne. Es nuestro mismo cuerpo, el cual, con sus pasiones y malas inclinaciones, combate contra el espíritu. Gálatas 5,17. Es un gran foco de tentaciones por formar parte de nosotros. Tiene más fuerza debido al afán insaciable de gozar que todos llevamos y el miedo al sufrimiento que todos tenemos.

186. La vencemos con la penitencia. El conocimiento sensible sin controlar, lleva a lo sensual y después a lo sexual. El cuerpo es templo de Dios. Hemos de controlarlo, darle lo que conviene; siempre sujeto al alma, y ésta, a DIOS.

187. Con la Inmaculada, podemos vencer mejor, y con mucha alegría.

188. Catecismo 385 a 409.

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TEOLOGIA 3 - CICLO C - TEMA 7

viernes, 11 de junio de 2010
A.- Biblia:
Los sentidos de la biblia

159. El literal o histórico es el sentido que las palabras bíblicas tienen según la intención y mente del hagiógrafo o autor. No hay texto bíblico sin sentido literal. Este sentido debe buscarse siempre en primer lugar. El, sobre todo, sirve para proponer y confirmar las verdades de la fe.

160. El sentido espiritual. DIOS, autor principal de la Biblia ha querido dar a unos textos, fuera del sentido literal, un segundo sentido que llamamos espiritual. Lo aceptamos sólo y siempre en los casos en que consta que DIOS realmente ha dado al texto tal sentido. Únicamente DIOS, autor de este sentido, puede dárnoslo a conocer. Así, el relato del maná en el desierto, en su sentido literal nos informa de cómo DIOS alimentó a su pueblo en aquel viaje; en su sentido espiritual, el texto nos enseña la necesidad del alimento eucarístico para nuestras almas en el camino al Cielo. Así lo dio a conocer en San Juan 6,31 y siguientes. El llamado sentido traslaticio no tiene base, ni se debe usar.

A.T.: Samuel, Reyes y Crónicas.

162. 9-1º de Samuel y 10-2º de Samuel. Fondo histórico. Estos dos libros al principio eran uno solo. Al comenzar el siglo 11, Sansón cae víctima de los filisteos; hacia el 1060, Heli y Samuel lamentan la derrota de Israel por los filisteos, la captura del Arca y la destrucción de Silo. Al fin del siglo, Samuel se ve impotente de sacudir el yugo filisteo.

163. Viendo los israelitas a las grandes potencias, y también a Moab y Edóm independientes, lo atribuyen a sus reyes hereditarios y a sus ejércitos, por lo que piden a Samuel un rey. En este tiempo, las dos grandes potencias estaban debilitadas por luchas internas.

164. Finalidad de los dos Libros. Siendo uno al principio, después se dividieron en dos. Quieren enseñar que el Reino debe permanecer teocrático, es decir, sagrado, aun gobernado por reyes. Ellos deben ser lugartenientes de Yahvé, cumpliendo su voluntad consignada en la Ley. Por no respetar esto, Saúl, primer rey, será repudiado; es el tipo de cómo no debe ser un rey. Le sucede David, que es el modelo de cómo debe ser un rey. Su dinastía será eterna, de él vendrá el Mesías; a través de ella, la humanidad triunfará, como le ha prometido en Génesis 3,15 y Éxodo 19,6.

165. Contenido del Libro 1º: 1ª parte, del 1 al 7: Helí, Samuel y opresión filistea. 2ª parte, del 8 al 15: Samuel y Saúl. 3ª parte, del 16 al 31: Saúl y David.

166. Contenido del 2º Libro: 1ª parte, del 1 al 4: David, rey de Judá. 2ª parte, del 5 al 8: David, rey de Judá e Israel. 3ª parte, del 9 al 12: familia de David e intrigas por la sucesión. 4ª parte, del 13 al 19: rebelión de Absalón. 5ª parte, del 20 al 24: acción de gracias de David, últimas palabras, censo del pueblo, la peste y perdón divino, construcción de un altar.

167. 11.1º de Reyes y 12-2º de Reyes.- Fondo histórico.- Yahvé había prometido por Natán una dinastía davídica eterna. Los hechos históricos parecen desmentir esta solemne promesa. En el año 925 se divide el Reino. En el 722, el Reino del Norte, Samaría, es destruido por Asiria; los habitantes van al exilio y jamás vuelven. En el 586, el Reino del Sur, Judá, es destruido por los babilonios; Jerusalén y el Templo son arrasados, y los habitantes van al exilio de Babilonia. Para el criterio profano, todo se acabó; dirán que DIOS no ha cumplido su promesa, son pruebas a la fe; la mirada de DIOS está sobre el tiempo; la cumplirá en Jesucristo.

168. Finalidad de los Libros.- Se escribe esta obra en Babilonia, hacia el 560, para los exiliados; más tarde se divide en los dos Libros actuales.

169. El autor dice a sus compatriotas: no ha sido DIOS infiel a sus promesas; más bien los reyes y el pueblo han sido los infieles a sus deberes para con DIOS. Reyes fieles a Yahvé hubo muy pocos, destacando Ezequías y Josías. Casi todos los demás faltaron a su fidelidad: al DIOS único que es el monoteísmo, al Templo y a la Ley: tres pecados capitales que fueron la causa de su desgracia.

170. Reyes y pueblo han forzado a Yahvé a abandonarlos, pero el abandono será sólo temporal, pues DIOS no puede dejar de cumplir sus promesas. Sólo espera que su pueblo se convierta a Él. De este modo, el autor humano quiere confirmar a los exilados en su fe a la veracidad y fidelidad de Yahvé, y quiere moverlos a la conversión.

171. Contenido del Libro 1º: 1ª parte del 1 al 11: Salomón, unción, sabiduría, Templo, reina de Sabá, mujeres, decadencia.- 2ª parte, del 12 al 22: varios reyes, división del Reino, Elías y Eliseo, avisos y castigos, Ajab y Nabot.

172. Contenido del Libro 2º: 1ª parte, del 1 al 13: Elías arrebatado al Cielo, curación de Naamán, rey Jehú y Atalía.- 2ª parte, del 14 al 17: los dos Reinos hasta la caída del Norte, Samaria. 3ª parte, del 18 al 25: De Exequias, hasta la caída de Judá. 4ª parte, caída de Jerusalén.

173. 13.1º de Crónicas y 14-2º de Crónicas. Fondo histórico. Después de asolado el Reino de Israel en el 722, es destruido también el de Judá en 586. Parece perdida irremediablemente toda esperanza en un futuro glorioso.

174. Fondo ideológico. Hay en el pueblo un grupo de personas, el resto de Israel, que sigue creyendo firmemente que vendrá un rey davídico que reinará en Judá y sobre toda la tierra. Pues DIOS, por Natán, lo ha prometido a David. La esperanza de este grupo se concentra y se funda en el Templo, como morada del DIOS Omnipotente y en el Mesías, que será enviado por DIOS para cumplir todas las promesas hechas por Él, en el mismo momento del pecado de Adán y Eva, en el llamado protoevangelio, primer anuncio de salvación, con la Virgen, nueva Eva y Jesús, nuevo Adán; a los Patriarcas, y más tarde por los Profetas.

175. Finalidad de los dos Libros. El autor quiere avivar y afianzar en el pueblo la fe y la esperanza en que DIOS cumplirá por su Mesías, un rey descendiente de David, todas sus promesas, que significan un futuro glorioso para el pueblo elegido. Se escribe después del exilio. Se ocupa exclusivamente del Reino de Sur, Judá, idealizando los hechos y sobre todo, la persona y las hazañas de David. Se emplea una forma literaria popular, partiendo de un hecho histórico, para desarrollar un tema religioso. Selecciona los hechos históricos y los adorna imaginativamente.

176. Contenido del Libro 1º: 1ª parte, del 1 al 8: Genealogías desde Adán hasta Saúl, sobre todo de Judá y de David; de los sacerdotes, levitas y personal del Templo.- 2ª parte, del 9 al 29: David y sus relaciones con el Templo.

177. Contenido del Libro 2º: 1ª parte, del 1 al 9: Salomón y el Templo. 2ª parte, del 10 al 14: levitas, fidelidad al sacerdocio legítimo, reformas culturales. 3ª parte, del 14 al 36: de los pocos reyes piadosos y reformadores.

B.- Teología:
Enemigos del alma.

178. Origen de las tentaciones. Proceden de tres fuentes:
a. Pasiones desordenadas y malos vicios o hábitos, que son ciertos movimientos del apetito sensitivo hacia el mal, provenientes del pecado original y que llevan al pecado actual.
b. El espíritu mundano y todo lo que lleva a impresionar los sentidos y seducir las conciencias para llevarnos al mal.
c. El Demonio, que en su envidia y desesperación por haber rechazado a Dios, quiere llevarnos consigo mediante insinuaciones, sugestiones y posesiones, sugiriendo malos pensamientos y excitando nuestras malas inclinaciones. Son lo que llamamos enemigos del alma, o sea, el mundo, el demonio y la carne.

El Demonio. Es un ángel que fue creado bueno, pero que él se hizo malo por su culpa; desobedeciendo a Dios, fue arrojado al Infierno, que en ese momento se creó para él y todos los que le siguieron. Tiene distintos nombres, que de una forma u otra, indican lo que es y lo que hace: adversario, enemigo, pervertido y pervertidor, mentiroso y padre de la mentira.

179. Nos tienta por el odio que tiene contra Dios, cuya imagen ve en nosotros; por la envidia que nos tiene al vernos amigos de Dios y destinados al Cielo, si hacemos lo contrario a lo que él hizo.

180. Tiene muchas maneras de tentarnos: principalmente por las tentaciones, sugestiones y posesiones; malos pensamientos unidos a los atractivos del mundo, a los deseos de placeres y riquezas junto a nuestro afán insaciable de gozar y nuestra repugnancia a sufrir; y a la soberbia.
181. Estudia nuestras inclinaciones desordenadas y las fomenta. Nos tienta también por aquellas cosas que son necesarias para la vida, o muy útiles, haciendo que las deseemos desordenadamente. Con engaños y traición, presentándose a veces muy disimuladamente y con cara de bueno, con más o menos intensidad y frecuencia, según nos vea más o menos firmes.

182. Le vencemos estando unidos a Dios, a la Virgen Inmaculada, invocando a San Miguel, con la Cruz, con el agua bendita, con la oración, ayuno, examen de conciencia, confesión frecuente al mismo confesor y haciendo todo lo contrario a lo que nos sugiera, sobre todo, obedeciendo y no mintiendo.

183. El mundo. Es todo un conjunto de personas y cosas que forman un ambiente contrario a Dios y a su Ley, matan las almas privándolas de la Vida divina o Gracia, o debilitándolas, encaminándonos hacia el Infierno. Lo llamaba el Papa Pío 12: "malvada y compleja industria del pecado": falsas propagandas, burlas, persecuciones, diversiones, modas, escándalos, malos ejemplos, negocios sucios, mala educación, perversiones, etc.

184. San Juan dice en su primera carta que todo lo que hay en el mundo está sentado sobre el mal: concupiscencia de los ojos vanidades y deseos de riquezas-, concupiscencia de la carne-deseos de placeres desordenados y evitar el sufrimiento-, y la soberbia de la vida- honores, fama, poder, orgullo-. Son muchos los peligros que nos acechan por todas partes, y, de dentro de nosotros, con esa inclinación al mal que todos llevamos, sale una invitación constante a ceder. El Bautismo nos quitó el pecado original, pero queda la concupiscencia o inclinación que tenemos; podemos superarla con la abundancia de gracias que DIOS nos otorga, siempre y en todas partes.

185. La carne. Es nuestro mismo cuerpo, el cual, con sus pasiones y malas inclinaciones, combate contra el espíritu. Gálatas 5,17. Es un gran foco de tentaciones por formar parte de nosotros. Tiene más fuerza debido al afán insaciable de gozar que todos llevamos y el miedo al sufrimiento que todos tenemos.

186. La vencemos con la penitencia. El conocimiento sensible sin controlar, lleva a lo sensual y después a lo sexual. El cuerpo es templo de Dios. Hemos de controlarlo, darle lo que conviene; siempre sujeto al alma, y ésta, a DIOS.

187. Con la Inmaculada, podemos vencer mejor, y con mucha alegría.

188. Catecismo 385 a 409.

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soy diseñadora gráfica y profesora de religión y de lengua y literatura
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