(Continuación)
de Mons. Tihamet Toth.
Segunda parte del libro El Mesías.
Resumen y actualización.
449.- También al llamarle primogénito de María, san Mateo 1,25 y San Lucas 2,17, de dónde deducen que tuvo otros hijos. Conociendo bien el lenguaje de la Sagrada Escritura sabe que suele llamar primogénito al primer hijo, aunque no hayan tenido después otros; más todavía: San Pablo llama a Jesucristo Primogénito del Padre, Hebreos 1,6.- Además, si Jesucristo hubiera tenido hermanos carnales, hijos de María, ¿quién podría comprender entonces la escena delicada en que el Crucificado deja confiada su Madre a los cuidados de San Juan? Si María hubiera tenido otros hijos, ¿por qué dejarlas en manos de un extraño?
450.- La Virgen María no tuvo más que un Hijo, un Hijo único, Nuestro Señor Jesucristo.- Todos los demás fieles creyentes, lo somos en el orden de la Gracia, espirituales. Por este Hijo único honramos a María. Todos los homenajes, todo el gozo purísimo, todo el culto con que los pueblos católicos honran hace miles de años a María brotan de este hecho: Ella nos dio a Cristo. Y Cristo nos la dio en San Juan a todos los creyentes; así lo quiso DIOS; y que se preparen los que no quieren creerlo. Y nosotros no tememos lo que farisaicamente parece temen algunos, es a saber: no tememos que el culto de María, hiperdulía, veneración especial; a San José, protodulía, veneración singular, el primero entre iguales; y dulía, veneración de forma general a los Ángeles y Santos, desvíe nuestras almas de Jesucristo, a quien damos culto de latría, adoración, sólo a DIOS, a la Eucaristía y a la Santa Cruz.- No es ninguna muralla ni obstáculo entre nosotros y DIOS, sino por el contrario, es nuestro acicate y nos prepara para ir mejor hacia DIOS. El quiso venir a la tierra por María, pudiendo hacerlo de otras formas; y quiere que nosotros vayamos al Cielo por María, como camino más seguro.
451.- Cristo y María. El culto a María ¿es un obstáculo en el camino que nos conduce a Cristo? Sería realmente obstáculo si fuera verdad la calumnia tan cacareada, la falsedad que nunca podemos refutar bastante: que nosotros adoramos a la Virgen María. A veces se agota toda nuestra fuerza de convicción frente a tal modo de pensar erróneo y obstinado; en vano aducimos pruebas, el final siempre resulta el mismo: vosotros adoráis a María. Y es que a una mente cerrada y a un corazón obstinado, no valen razones; hay que rezar, sufrir, esperar; de todas formas, cuando se mueran, ya lo verán. Los ateos son ciegos en el espíritu; los herejes en toda su diversidad, son tuertos, ven la mitad y a veces menos. Ya hemos dicho antes que la veneramos de forma especial, no la adoramos.
452.- ¿Y por qué rezáis tantas oraciones, dicen otros? ¿Cuántos santuarios, letanías, imágenes? Porque queremos, les podemos decir; porque queremos lo mejor para nuestra Madre, y nadie nos lo puede impedir. Y el mismo Jesús, que aún no quería hacer milagros por no haber llegado su hora, la Virgen adelantó la hora de Jesús en las bodas de Caná; y Jesús, contento de que su Madre le tuviera esa confianza, inspirada por El mismo. Y si quieren poner un poco de atención a las oraciones y letanías, o ir a los lugares de peregrinación, verán que no la adoramos, sino que le pedimos interceda por nosotros: Santa María, Madre de DIOS, ruega por nosotros. Y en otro momento: Ruega por nosotros Santa Madre de DIOS, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. De modo que: ruega por nosotros.
453.- Y en las Letanías, siempre decimos: ruega por nosotros. Nos fijamos en la marcada diferencia que hace nuestra religión sacrosanta entre la adoración de DIOS y el culto a María. En los comienzos de las Letanías, decimos: DIOS Padre Celestial, ten piedad de nosotros. Si, esto es adoración. DIOS Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros. También esto es adoración. DIOS Espíritu Santo, ten piedad o misericordia de nosotros. También esto es adoración. Esta es una voz que adora. Pero seguimos después: Santa María... ¿Y qué decimos? Ruega por nosotros. Y así en todas las que van dirigidas a la Virgen y a los Santos: ruega por nosotros. Esto no es adoración; es intercesión. Y se termina con el Cordero de DIOS, que quitas los pecados del mundo. Ten piedad de nosotros.
454.- ¿Por qué rezáis el Ave María? Porque la rezó el Arcángel Gabriel, que fue enviado por DIOS, y Santa Isabel; lo cuenta San Lucas 1.- No sirve de obstáculo en el camino hacia DIOS, sino que lo facilita; como tampoco lo fue para DIOS al venir a la tierra por medio de Ella, pidiéndole permiso para encarnarse y esperar la respuesta del Hágase. Y si en la Sagrada Escritura, escrita por inspiración del Espíritu Santo, hay una profecía, según la cual a María la llamarán Bienaventurada todas las generaciones, San Lucas 1,48, entonces obran muy bien los que trabajan por la realización de esta profecía y llaman Bienaventurada a la Virgen María.
450.- La Virgen María no tuvo más que un Hijo, un Hijo único, Nuestro Señor Jesucristo.- Todos los demás fieles creyentes, lo somos en el orden de la Gracia, espirituales. Por este Hijo único honramos a María. Todos los homenajes, todo el gozo purísimo, todo el culto con que los pueblos católicos honran hace miles de años a María brotan de este hecho: Ella nos dio a Cristo. Y Cristo nos la dio en San Juan a todos los creyentes; así lo quiso DIOS; y que se preparen los que no quieren creerlo. Y nosotros no tememos lo que farisaicamente parece temen algunos, es a saber: no tememos que el culto de María, hiperdulía, veneración especial; a San José, protodulía, veneración singular, el primero entre iguales; y dulía, veneración de forma general a los Ángeles y Santos, desvíe nuestras almas de Jesucristo, a quien damos culto de latría, adoración, sólo a DIOS, a la Eucaristía y a la Santa Cruz.- No es ninguna muralla ni obstáculo entre nosotros y DIOS, sino por el contrario, es nuestro acicate y nos prepara para ir mejor hacia DIOS. El quiso venir a la tierra por María, pudiendo hacerlo de otras formas; y quiere que nosotros vayamos al Cielo por María, como camino más seguro.
451.- Cristo y María. El culto a María ¿es un obstáculo en el camino que nos conduce a Cristo? Sería realmente obstáculo si fuera verdad la calumnia tan cacareada, la falsedad que nunca podemos refutar bastante: que nosotros adoramos a la Virgen María. A veces se agota toda nuestra fuerza de convicción frente a tal modo de pensar erróneo y obstinado; en vano aducimos pruebas, el final siempre resulta el mismo: vosotros adoráis a María. Y es que a una mente cerrada y a un corazón obstinado, no valen razones; hay que rezar, sufrir, esperar; de todas formas, cuando se mueran, ya lo verán. Los ateos son ciegos en el espíritu; los herejes en toda su diversidad, son tuertos, ven la mitad y a veces menos. Ya hemos dicho antes que la veneramos de forma especial, no la adoramos.
452.- ¿Y por qué rezáis tantas oraciones, dicen otros? ¿Cuántos santuarios, letanías, imágenes? Porque queremos, les podemos decir; porque queremos lo mejor para nuestra Madre, y nadie nos lo puede impedir. Y el mismo Jesús, que aún no quería hacer milagros por no haber llegado su hora, la Virgen adelantó la hora de Jesús en las bodas de Caná; y Jesús, contento de que su Madre le tuviera esa confianza, inspirada por El mismo. Y si quieren poner un poco de atención a las oraciones y letanías, o ir a los lugares de peregrinación, verán que no la adoramos, sino que le pedimos interceda por nosotros: Santa María, Madre de DIOS, ruega por nosotros. Y en otro momento: Ruega por nosotros Santa Madre de DIOS, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. De modo que: ruega por nosotros.
453.- Y en las Letanías, siempre decimos: ruega por nosotros. Nos fijamos en la marcada diferencia que hace nuestra religión sacrosanta entre la adoración de DIOS y el culto a María. En los comienzos de las Letanías, decimos: DIOS Padre Celestial, ten piedad de nosotros. Si, esto es adoración. DIOS Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros. También esto es adoración. DIOS Espíritu Santo, ten piedad o misericordia de nosotros. También esto es adoración. Esta es una voz que adora. Pero seguimos después: Santa María... ¿Y qué decimos? Ruega por nosotros. Y así en todas las que van dirigidas a la Virgen y a los Santos: ruega por nosotros. Esto no es adoración; es intercesión. Y se termina con el Cordero de DIOS, que quitas los pecados del mundo. Ten piedad de nosotros.
454.- ¿Por qué rezáis el Ave María? Porque la rezó el Arcángel Gabriel, que fue enviado por DIOS, y Santa Isabel; lo cuenta San Lucas 1.- No sirve de obstáculo en el camino hacia DIOS, sino que lo facilita; como tampoco lo fue para DIOS al venir a la tierra por medio de Ella, pidiéndole permiso para encarnarse y esperar la respuesta del Hágase. Y si en la Sagrada Escritura, escrita por inspiración del Espíritu Santo, hay una profecía, según la cual a María la llamarán Bienaventurada todas las generaciones, San Lucas 1,48, entonces obran muy bien los que trabajan por la realización de esta profecía y llaman Bienaventurada a la Virgen María.
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