TEOLOGIA 2 TEMA 13

16:11

A.- Biblia: Herejias Principales 2
B.- Teología: Deberes del 3º Mandamiento.

A.- Biblia: Herejias Principales 2

302. Nestorianismo y Concilio de Efeso, año 431. Tiene por jefe a Nestorio, patriarca de Constantinopla. Los nestorianos distinguían dos personas en Jesucristo, Humana y Divina, el Verbo y Jesús. A este error añadían como consecuencia el de que la Virgen no era sino Madre de Jesús, Cristotocos, no Madre de DIOS, Zeotocos. La primera vez que Nestorio tuvo la audacia de predicar esta blasfemia, los fieles se salieron de la Iglesia.

303. Informado de todo esto el Papa San Celestino 1º, escribió a Nestorio invitándole afectuosamente a que evitara semejante escándalo; pero el orgulloso patriarca siguió adelante con su error, y el Papa convocó el 3º Concilio General en la ciudad de Efeso, donde se definió de forma solemne que en Jesucristo no hay nada más que una Persona, Divina, y por lo tanto, la Virgen Santa María es verdadera Madre de DIOS, y así debe ser llamada, puesto que aportó con su asentimiento, su carne y sangre, a la naturaleza Humana, que unida hipostáticamente, es decir, de forma misteriosa, a la 2ª Persona de la Santísima Trinidad, formándose Jesucristo, perfecto DIOS y perfecto Hombre.

304. En reparación y honra de la Divina Maternidad de la siempre Virgen María, la Iglesia añadió más tarde, al saludo del Ángel, la oración de Santa María Madre de DIOS, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Después se le construiría en Roma la gran Basílica Santa María la Mayor, y se instituiría la fiesta para el 11 de octubre, que después, el Papa Pablo 6º pasó al 1º de enero, para empezar así el año civil con la protección maternal de Santa María Madre de DIOS.

305.- Nestorio se negó a respetar lo decretado por el Concilio y quedó separado de la Iglesia; fue depuesto de su cargo y desterrado por el emperador. Cuenta la tradición que DIOS le castigó permitiendo que se pudriera su lengua, acabando sus días en la miseria. En cambio, el pueblo sencillo, a los Obispos, después de la proclamación, les acompañaron a sus residencias con Antorchas y aclamaciones.

306. Eutiquianismo y el Concilio de Calcedonia, año 451. Esta herejía iniciada por Eutiques, superior de un Monasterio de Constantinopla, ponía en Jesucristo una sola Naturaleza, llamada Monofisismo, diciendo que después de la Encarnación, lo humano había sido absorbido por lo Divino.

307. San Flaviano, Patriarca de Constantinopla, procuró la retractación del autor; pero Eutiques, engreído por la cantidad de los que le seguían, se negó. Estos errores fueron presentados al Papa San León 1º el Magno, que, de acuerdo con el emperador, propuso un nuevo Concilio General.

308. Fue el año 451 cuando se reunieron en Calcedonia. Se comenzó con una carta del Romano Pontífice, donde se combatía estos errores y se condenaba de forma tajante al hereje. Al terminar la lectura, todos los Obispos a una sola voz exclamaron: esta es la Fe de los Apóstoles y la nuestra; Pedro ha hablado por boca de León-el Papa. Sea condenado el que no lo crea así.

309. Este Concilio dejó definido que en Jesucristo hay dos naturalezas distintas, la Divina y Humana, unidas misteriosamente en una sola Persona, que es la Divina.

310. Los Monoteletas. Si los Monofisitas ponían en Cristo una sola Naturaleza, estos, los Monoteletas, ponían en Cristo una sola Voluntad. Eran dirigidos por Sergio, patriarca de Constantinopla. Como veremos, siglos después, de esta ciudad siempre en pugna con Roma, había continuos brotes de rebeldía, que se cristalizaría con la herejía iconoclasta, negación de las imágenes, y después contra el Papa.

311. Reunidos nuevamente en Concilio General, que era el 6º, y 3º de Constantinopla, la Iglesia condenó también esta herejía, dejando muy claro que en Jesucristo había una sola Persona, Divina, dos Naturalezas, Divina y Humana y dos voluntades, Divina y Humana, unidas misteriosamente por la unión hipostática, y que por lo tanto, la Virgen era verdadera Madre de DIOS.

312. Pelagianismo. Arrio y Macedonio habían atacado el misterio de la Santísima Trinidad; Nestorio y Eutiques iban contra la Encarnación; ahora el ataque iba contra la Redención.

313. Lo encabezaba Pelagio, monje bretón que negaba el pecado original y la necesidad de la Gracia para la salvación de las almas. San Agustín, Obispo de Hipona, en el norte de África, los refutó; y el Papa Inocencio 1º confirmó la condena, con lo que San Agustín exclamó: Roma ha hablado, la causa ha terminado.

314. Priscilianismo. Esta herejía apareció en España hacia el año 380, y se extendió por las Galias, Francia. Era como una mezcla de todos los errores anteriores. Fue Prisciliano, natural de Galicia, el que la inició. Predicaba entre otras cosas, la interpretación individual de la Biblia, como los protestantes y su libre examen de después. El emperador Máximo, en el 385 condenó a los más destacados, a la pena capital, es decir, la muerte. Sus seguidores continuaron como sociedad secreta.

315. Resultados. Con las persecuciones del Imperio Romano y la sangre de miles de Mártires, se pudo ver la fuerza de DIOS actuando en toda la Iglesia. Se pudo comprobar que después de cada persecución, la Iglesia quedaba más purificada y aumentaba el número de sus hijos.

316. Con las grandes divisiones internas producto de las herejías, la Iglesia profundizó en su doctrina, aclaró y definió verdades que ahora las vemos brillar, comunicándonos su firmeza inquebrantable. DIOS sabe sacar bienes de males, y sabemos que, tras la tormenta, viene la calma, y el ambiente queda más purificado, nítido, y con mayor visibilidad.

B.- Teología: Deberes del 3º Mandamiento.

317. Ordena santificar el día del Señor: Domingos y días Feriados por la Iglesia. Nos prohíbe profanarlos. Se nos dice: Acuérdate de santificar el día sábado, a los judíos. Los seis días trabajarás y harás todas tus labores; más el día 7º, es fiesta del Señor DIOS tuyo; no harás en ese día trabajo ninguno. Éxodo 31,14; Deuteronomio 5,12; Ezequiel 20.

318. La Ley natural manda dedicar algún tiempo al culto Divino, pero no determina ningún día particular.

319. La Ley Mosaica, o dada por Moisés, especifica la santificación del sábado, en memoria del reposo o descanso de DIOS, después de la Creación, y de los favores de DIOS después de librarle de la cautividad de Egipto. Deuteronomio 5,15.

320. La Ley del Evangelio y de la Iglesia sustituyó el día sábado por el Domingo, día del Señor, en memoria del gran triunfo de la Resurrección de Cristo y de la venida del Espíritu Santo, además de aparecerse Jesús en Domingo, y en Domingo se empezaron ya a reunir los primeros cristianos. Hechos 20,7 y 1ª Corintios 16,2. La Iglesia añadió otros días festivos que nos recuerdan los principales misterios de nuestra religión y sus grandes figuras.

321. La solemnidad del Domingo. Es el día 1º de la semana en que dio comienzo la Creación; de mayor importancia aún es la Resurrección de Cristo con sus apariciones, y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés a los Apóstoles y la Virgen. Si Jesucristo hubiera querido otra cosa, lo hubiera dicho o dado a entender, resucitando en sábado, por ejemplo.

322. Dedicamos el Domingo a la Santísima Trinidad: DIOS Padre que nos creó; DIOS Hijo que nos redimió; y DIOS Espíritu Santo que nos quiere santificar; pedimos por la Iglesia, el Papa y los Obispos.

323. Obligaciones que comprende. Practicar las obras de religión y abstenerse de ciertos trabajos. Se santifican las Fiestas asistiendo a la Santa Misa con presencia física, y no trabajando sin necesidad. Así se beneficia el alma y el cuerpo, al disponer de mayor tiempo y facilidades para recibir los Sacramentos, sobre todo, la Confesión y Eucaristía, asistir a los Oficios Divinos, oración, lectura buena, retiros, práctica de buenas obras con los pobres y enfermos, dar o recibir catequesis, actividades recreativas sanas y honestas en ambiente adecuado y mayor descanso con la convivencia familiar. También vale la de los sábados en la tarde o vísperas de Fiesta.

324. La Santa Misa. Es lo más sagrado que tenemos en la tierra y la mejor forma de santificar las Fiestas: purificándonos, instruyéndonos, ofreciéndonos, adorando, alimentándonos y dando gracias.

325. Todos los fieles que tienen uso de razón, tienen obligación de oír Misa entera; asistir todos los Domingos y Fiestas de guardar, si alguna causa no lo impide; así lo manda el 1º Mandamiento de la Iglesia. Y debemos asistir con atención, devoción, respeto; pensando que si la Iglesia obliga, es porque es necesario.

326. Las causas que excusan de asistir a la Santa Misa son las que originan alguna incomodidad notable, algún perjuicio en los bienes del alma o del cuerpo, propios o ajenos, como viajes, enfermos, etc. tener conciencia bien formada y estar al tanto de las disposiciones de la Iglesia en su Código, que se concreta en los Catecismos.

327. En cuanto a los trabajos a poder realizarse en los días santos, depende de las necesidades propias o ajenas. En cualquier duda, los superiores eclesiásticos como el Obispo, el Párroco, etc. pueden dispensar, y quedar tranquilos. Si somos conscientes del gran tesoro que es para el alma, no la dejaremos. Y como se busca el alimento del cuerpo, y el aseo, por lo menos de la misma forma, debemos buscar lo del alma.

328. Santificar diversos días u horas del año, es garantizarnos esa santificación permanente que DIOS quiere y espera de nosotros, además de darnos la Gracia Santificante. Y si vemos los ejemplos de los Santos, cómo se han esforzado en poner en primer lugar las cosas de DIOS, saldremos de muchas dudas. Que la Virgen nos ayude a ser fieles, y seremos más felices. 329.

329. Catecismo 2168 a 2176.

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TEOLOGIA 2 TEMA 13

martes, 7 de julio de 2009
A.- Biblia: Herejias Principales 2
B.- Teología: Deberes del 3º Mandamiento.

A.- Biblia: Herejias Principales 2

302. Nestorianismo y Concilio de Efeso, año 431. Tiene por jefe a Nestorio, patriarca de Constantinopla. Los nestorianos distinguían dos personas en Jesucristo, Humana y Divina, el Verbo y Jesús. A este error añadían como consecuencia el de que la Virgen no era sino Madre de Jesús, Cristotocos, no Madre de DIOS, Zeotocos. La primera vez que Nestorio tuvo la audacia de predicar esta blasfemia, los fieles se salieron de la Iglesia.

303. Informado de todo esto el Papa San Celestino 1º, escribió a Nestorio invitándole afectuosamente a que evitara semejante escándalo; pero el orgulloso patriarca siguió adelante con su error, y el Papa convocó el 3º Concilio General en la ciudad de Efeso, donde se definió de forma solemne que en Jesucristo no hay nada más que una Persona, Divina, y por lo tanto, la Virgen Santa María es verdadera Madre de DIOS, y así debe ser llamada, puesto que aportó con su asentimiento, su carne y sangre, a la naturaleza Humana, que unida hipostáticamente, es decir, de forma misteriosa, a la 2ª Persona de la Santísima Trinidad, formándose Jesucristo, perfecto DIOS y perfecto Hombre.

304. En reparación y honra de la Divina Maternidad de la siempre Virgen María, la Iglesia añadió más tarde, al saludo del Ángel, la oración de Santa María Madre de DIOS, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Después se le construiría en Roma la gran Basílica Santa María la Mayor, y se instituiría la fiesta para el 11 de octubre, que después, el Papa Pablo 6º pasó al 1º de enero, para empezar así el año civil con la protección maternal de Santa María Madre de DIOS.

305.- Nestorio se negó a respetar lo decretado por el Concilio y quedó separado de la Iglesia; fue depuesto de su cargo y desterrado por el emperador. Cuenta la tradición que DIOS le castigó permitiendo que se pudriera su lengua, acabando sus días en la miseria. En cambio, el pueblo sencillo, a los Obispos, después de la proclamación, les acompañaron a sus residencias con Antorchas y aclamaciones.

306. Eutiquianismo y el Concilio de Calcedonia, año 451. Esta herejía iniciada por Eutiques, superior de un Monasterio de Constantinopla, ponía en Jesucristo una sola Naturaleza, llamada Monofisismo, diciendo que después de la Encarnación, lo humano había sido absorbido por lo Divino.

307. San Flaviano, Patriarca de Constantinopla, procuró la retractación del autor; pero Eutiques, engreído por la cantidad de los que le seguían, se negó. Estos errores fueron presentados al Papa San León 1º el Magno, que, de acuerdo con el emperador, propuso un nuevo Concilio General.

308. Fue el año 451 cuando se reunieron en Calcedonia. Se comenzó con una carta del Romano Pontífice, donde se combatía estos errores y se condenaba de forma tajante al hereje. Al terminar la lectura, todos los Obispos a una sola voz exclamaron: esta es la Fe de los Apóstoles y la nuestra; Pedro ha hablado por boca de León-el Papa. Sea condenado el que no lo crea así.

309. Este Concilio dejó definido que en Jesucristo hay dos naturalezas distintas, la Divina y Humana, unidas misteriosamente en una sola Persona, que es la Divina.

310. Los Monoteletas. Si los Monofisitas ponían en Cristo una sola Naturaleza, estos, los Monoteletas, ponían en Cristo una sola Voluntad. Eran dirigidos por Sergio, patriarca de Constantinopla. Como veremos, siglos después, de esta ciudad siempre en pugna con Roma, había continuos brotes de rebeldía, que se cristalizaría con la herejía iconoclasta, negación de las imágenes, y después contra el Papa.

311. Reunidos nuevamente en Concilio General, que era el 6º, y 3º de Constantinopla, la Iglesia condenó también esta herejía, dejando muy claro que en Jesucristo había una sola Persona, Divina, dos Naturalezas, Divina y Humana y dos voluntades, Divina y Humana, unidas misteriosamente por la unión hipostática, y que por lo tanto, la Virgen era verdadera Madre de DIOS.

312. Pelagianismo. Arrio y Macedonio habían atacado el misterio de la Santísima Trinidad; Nestorio y Eutiques iban contra la Encarnación; ahora el ataque iba contra la Redención.

313. Lo encabezaba Pelagio, monje bretón que negaba el pecado original y la necesidad de la Gracia para la salvación de las almas. San Agustín, Obispo de Hipona, en el norte de África, los refutó; y el Papa Inocencio 1º confirmó la condena, con lo que San Agustín exclamó: Roma ha hablado, la causa ha terminado.

314. Priscilianismo. Esta herejía apareció en España hacia el año 380, y se extendió por las Galias, Francia. Era como una mezcla de todos los errores anteriores. Fue Prisciliano, natural de Galicia, el que la inició. Predicaba entre otras cosas, la interpretación individual de la Biblia, como los protestantes y su libre examen de después. El emperador Máximo, en el 385 condenó a los más destacados, a la pena capital, es decir, la muerte. Sus seguidores continuaron como sociedad secreta.

315. Resultados. Con las persecuciones del Imperio Romano y la sangre de miles de Mártires, se pudo ver la fuerza de DIOS actuando en toda la Iglesia. Se pudo comprobar que después de cada persecución, la Iglesia quedaba más purificada y aumentaba el número de sus hijos.

316. Con las grandes divisiones internas producto de las herejías, la Iglesia profundizó en su doctrina, aclaró y definió verdades que ahora las vemos brillar, comunicándonos su firmeza inquebrantable. DIOS sabe sacar bienes de males, y sabemos que, tras la tormenta, viene la calma, y el ambiente queda más purificado, nítido, y con mayor visibilidad.

B.- Teología: Deberes del 3º Mandamiento.

317. Ordena santificar el día del Señor: Domingos y días Feriados por la Iglesia. Nos prohíbe profanarlos. Se nos dice: Acuérdate de santificar el día sábado, a los judíos. Los seis días trabajarás y harás todas tus labores; más el día 7º, es fiesta del Señor DIOS tuyo; no harás en ese día trabajo ninguno. Éxodo 31,14; Deuteronomio 5,12; Ezequiel 20.

318. La Ley natural manda dedicar algún tiempo al culto Divino, pero no determina ningún día particular.

319. La Ley Mosaica, o dada por Moisés, especifica la santificación del sábado, en memoria del reposo o descanso de DIOS, después de la Creación, y de los favores de DIOS después de librarle de la cautividad de Egipto. Deuteronomio 5,15.

320. La Ley del Evangelio y de la Iglesia sustituyó el día sábado por el Domingo, día del Señor, en memoria del gran triunfo de la Resurrección de Cristo y de la venida del Espíritu Santo, además de aparecerse Jesús en Domingo, y en Domingo se empezaron ya a reunir los primeros cristianos. Hechos 20,7 y 1ª Corintios 16,2. La Iglesia añadió otros días festivos que nos recuerdan los principales misterios de nuestra religión y sus grandes figuras.

321. La solemnidad del Domingo. Es el día 1º de la semana en que dio comienzo la Creación; de mayor importancia aún es la Resurrección de Cristo con sus apariciones, y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés a los Apóstoles y la Virgen. Si Jesucristo hubiera querido otra cosa, lo hubiera dicho o dado a entender, resucitando en sábado, por ejemplo.

322. Dedicamos el Domingo a la Santísima Trinidad: DIOS Padre que nos creó; DIOS Hijo que nos redimió; y DIOS Espíritu Santo que nos quiere santificar; pedimos por la Iglesia, el Papa y los Obispos.

323. Obligaciones que comprende. Practicar las obras de religión y abstenerse de ciertos trabajos. Se santifican las Fiestas asistiendo a la Santa Misa con presencia física, y no trabajando sin necesidad. Así se beneficia el alma y el cuerpo, al disponer de mayor tiempo y facilidades para recibir los Sacramentos, sobre todo, la Confesión y Eucaristía, asistir a los Oficios Divinos, oración, lectura buena, retiros, práctica de buenas obras con los pobres y enfermos, dar o recibir catequesis, actividades recreativas sanas y honestas en ambiente adecuado y mayor descanso con la convivencia familiar. También vale la de los sábados en la tarde o vísperas de Fiesta.

324. La Santa Misa. Es lo más sagrado que tenemos en la tierra y la mejor forma de santificar las Fiestas: purificándonos, instruyéndonos, ofreciéndonos, adorando, alimentándonos y dando gracias.

325. Todos los fieles que tienen uso de razón, tienen obligación de oír Misa entera; asistir todos los Domingos y Fiestas de guardar, si alguna causa no lo impide; así lo manda el 1º Mandamiento de la Iglesia. Y debemos asistir con atención, devoción, respeto; pensando que si la Iglesia obliga, es porque es necesario.

326. Las causas que excusan de asistir a la Santa Misa son las que originan alguna incomodidad notable, algún perjuicio en los bienes del alma o del cuerpo, propios o ajenos, como viajes, enfermos, etc. tener conciencia bien formada y estar al tanto de las disposiciones de la Iglesia en su Código, que se concreta en los Catecismos.

327. En cuanto a los trabajos a poder realizarse en los días santos, depende de las necesidades propias o ajenas. En cualquier duda, los superiores eclesiásticos como el Obispo, el Párroco, etc. pueden dispensar, y quedar tranquilos. Si somos conscientes del gran tesoro que es para el alma, no la dejaremos. Y como se busca el alimento del cuerpo, y el aseo, por lo menos de la misma forma, debemos buscar lo del alma.

328. Santificar diversos días u horas del año, es garantizarnos esa santificación permanente que DIOS quiere y espera de nosotros, además de darnos la Gracia Santificante. Y si vemos los ejemplos de los Santos, cómo se han esforzado en poner en primer lugar las cosas de DIOS, saldremos de muchas dudas. Que la Virgen nos ayude a ser fieles, y seremos más felices. 329.

329. Catecismo 2168 a 2176.

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Rosario Serrano
soy diseñadora gráfica y profesora de religión y de lengua y literatura
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