A.- Biblia: Separacion de los Apóstoles
B.- Teología: La Conciencia
A. Biblia: Separación de los Apóstoles.
89. Motivos de la separación. La misma persecución surgida en Jerusalén ya obligó a ello; pero el fundamental, era el mandato de Jesucristo de ir por todo el mundo y anunciar el Evangelio a toda la creación, para que el que crea y se bautice, se salve. Era hacia el año 36 cuando se dispersaron por las diversas provincias del Imperio Romano.
90. Credos o Símbolos. Con el fin de que las Verdades principales de la Religión se enseñaran en todas partes, los Apóstoles, antes de la dispersión, redactaron un breve resumen. El más breve, es la fe en DIOS Padre, DIOS Hijo, DIOS Espíritu Santo, y en la Iglesia fundada por Jesucristo. Conocemos varios símbolos o Credos, donde se desarrollan más estas verdades fundamentales; en el siglo 20, el Credo del Pueblo de Dios del Papa Pablo 6º. Y nosotros ofrecemos el más breve y completo, para los flojos: Creo en todo lo que enseña la Iglesia.
91. Apostolado de San Pedro. En los Hechos de los Apóstoles se nos cuentan los primeros pasos. Después de que el Ángel le librase milagrosamente de la cárcel de Herodes, salió hacia “otro lugar”; creemos que a Antioquia, fundando las primeras iglesias de Asia Menor. Después pasó a Roma hacia el año 42, convirtiéndola en capital del mundo cristiano, y desde donde se organizó la extensión de la Fe por todas las provincias del Imperio. Murió mártir en la persecución del emperador Nerón, hacia el año 67, en una cruz, con la cabeza hacia abajo, por no creerse digno de morir como el Señor. La Basílica del Vaticano, el altar Papal, está sobre el lugar de su martirio y la tumba de sus restos, confirmado por una comisión de arqueólogos nombrada por el Papa Pió 12.
92. Concilio de Jerusalén. Fue el 1º y tuvo lugar al surgir ciertas desavenencias, debido a la idea errónea de los falsos convertidos que querían que la Iglesia estuviese sometida al judaísmo, obligando a cumplir ciertas leyes. Después de escuchar los relatos de San Pablo y San Bernabé sobre las conversiones y frutos de sus viajes, San Pedro y demás Cabezas, decidieron lo esencial que se debía pedir a los no judíos, y la Iglesia quedó libre de la presión judía, aunque tuvo que sufrir mucho.
93. Misión de los otros Apóstoles. Se sabe por la tradición que San Andrés predicó en Escitia y murió en Grecia; Santo Tomás en la India; San Mateo en Judea y Persia; San Felipe en Frigia; San Bartolomé en Arabia y Armenia; Santiago el Mayor en Judea y España, muriendo en Jerusalén y sepultado en España, Santiago de Compostela; San Simón en Mesopotamia; San Tadeo en Siria, Arabia y Mesopotamia: San Matías en Etiopia; Santiago el Menor en Jerusalén, fue su primer Obispo; y San Juan en Asia Menor, fijando su residencia en Efeso, sufrió el martirio en Roma, sin morir; fue desterrado a la isla de Patmos donde tuvo unas visiones y escribió el Apocalipsis, lo que está por venir, y murió ya anciano a finales del siglo 1º, dejándonos además su profundísimo Evangelio y sabrosas cartas.
94. Últimos años de la Virgen. Una tradición antigua dice que salió algo de Jerusalén, quizá a Efeso, que fue llevada por los Ángeles a España donde animó a Santiago a predicar en Zaragoza, donde se encuentra uno de los templos más grandes dedicados a Ella en su honor y honra; y que murió hacia el año 54, que resucitó gloriosa y fue llevada en cuerpo y alma al Cielo, Dogma de Fe proclamado por el Papa Pío 12 en el año 1950, año Santo del gran retorno y del gran perdón, después de la 2ª guerra mundial, y que celebramos el 15 de agosto. Los orientales no hablan de la muerte, sino de dormición. Nos da lo mismo; está en el cielo en cuerpo y alma y esto nos llena de inmensa alegría.
B. Teología: Moral: La Conciencia.
95. Es el juicio próximo práctico, regla interior de Moralidad, conocimiento interno que tiene todo hombre de la licitud o ilicitud de sus actos, próximos a ejecutar o en el momento de ponerlos en práctica; forman un juicio sobre ellos en razón de buenos o malos. La palabra conciencia viene del latín cum sciencia, que significa conocimiento íntimo. Supone el conocimiento de la LEY de DIOS y su aplicación, con la que debemos comparar nuestros actos para saber si son buenos o malos.
96. Manifestaciones. La conciencia se manifiesta de dos maneras: una antes de la acción, moviéndonos a ella si la acción es buena, o cierto desasosiego e inquietud si la acción es mala. Otra, después de la acción, dándonos paz y gozo si la acción fue buena o inquietud y remordimiento si la acción fue mala. A veces, también ya en la misma acción.
97. La Conciencia actúa de testigo, fiscal y juez y a veces sus avisos son inmediatos.
98. Clases. Recta o verdadera, errónea o falsa, defectuosa, y dudosa o perpleja.
99. Recta o verdadera. Es aquella que nos dicta lo que es conforme a la verdad y a la LEY bien entendida; representa el objeto como realmente es en sí; juzga con verdad. También se llama conciencia objetiva.
100. Errónea o falsa. Es la que nos representa como buena una acción que es mala o prohibida; o representa como mala la que es buena o permitida. Es lo que se llama conciencia subjetiva, o lo que dicen muchas veces, tiene buena intención. No basta, se puede estar equivocado.
101. Esta conciencia errónea o falsa, puede ser invencible cuando no hay ninguna duda o sospecha sobre si es bueno o malo el acto que se ejecuta, ni sobre la obligación de examinarlo.
102. Puede ser vencible, cuando el que obra tiene alguna duda o sospecha sobre la bondad o malicia del acto, o sobre la obligación de examinarlo, disponiendo de medios para ello: consultas, lecturas.
103. Defectuosa. Es la conciencia mal adquirida o malformada; obliga a salir de ella y corregirla, en cuanto sea posible. Caben dos extremos:
104. Conciencia ancha o laxa, la que apoyándose en leve fundamento, cree fácilmente que es lícito o bueno, lo que es ilícito o malo; o juzga que es venial lo que en realidad es mortal. Se suele adquirir por tibieza, vicios, costumbres de pecar, trato con personas o lecturas frívolas, quitando importancia a las cosas que de verdad la tienen.
105. Conciencia escrupulosa o estrecha es todo lo contrario: se funda en leve motivo o vanas razones para ver pecado donde no lo hay. Se suele adquirir por flaqueza, actuación diabólica, melancolías y a veces permisión Divina.
106. Dudosa o perpleja. Cuando se ve colocada entre dos acciones que parecen malas o buenas, y hay que decidirse a obrar. Si se puede, consultar; si no se puede, inclinarse por los menos malo, por lo bueno o por lo más bueno o mejor, sabiendo que para pecar, hay que quererlo a sabiendas.
107. Nos ayudará a decidir, el tener en cuenta lo que nos aconseja San Bernardo: donde demos más Gloria a DIOS, donde se beneficie más a las almas, y donde nos santifiquemos más. El pensamiento de la muerte y la eternidad también nos aclara muchas cosas. ¿Qué me gustaría haber elegido a la hora de morir? ¿Cómo lo veré desde la eternidad? Tiene primacía el alma sobre el cuerpo y la Vida Eterna sobre la temporal. Una mujer embarazada está en peligro de muerte; hay que actuar: o ella, o el niño; tiene primacía el niño, por ser el más débil y poder bautizarle para que logre el Cielo, que es mas importante que el estar un poco más en la tierra.
108. Modo de formar la conciencia. Es una de las primeras obligaciones: lograr una conciencia recta que nos dicte en cada caso, ni más ni menos, lo que nos prescribe la LEY, para que nos ponga siempre a salvo de toda inquietud interior y sea una garantía para el bien obrar.
109. Modo directo: conclusión de dos verdades claras: quiero trabajar, es Domingo y está prohibido, luego no debo trabajar.
110. El modo indirecto o probabilismo, es la opinión o sentencia probable al juicio, basado en razones graves, pero con temor de que sea verdadero el juicio contrario. Sabiendo que Ley incierta no obliga en conciencia, encomendarse a DIOS y decidir por lo que sea de más gloria de DIOS, provecho de las almas y santificación personal. Este probabilismo vale para cuando se trata de licitud o ilicitud, pero no cuando se trata de validez o nulidad.
111. Buscar buena instrucción religiosa, buenos orientadores o directores espirituales y ser sinceros y obedientes a los que gobiernan, siempre para las cosas buenas, verdaderas y justas, que estén de acuerdo con la LEY de DIOS.
112. Clase de conciencia que hay obligación de seguir. Principalmente la conciencia recta o verdadera, porque entonces se obra con rectitud, al estar conforme a lo ordenado o prohibido por la LEY Divina.
113. También se ha de seguir la conciencia invenciblemente errónea, porque entonces también se obra con rectitud, aunque sea subjetivamente. Son los de “buena voluntad”, a los que DIOS, si fuera preciso, les haría un milagro, para que llegaran a la conciencia objetiva, saliendo del error.
114. Fuerza obligatoria de la Conciencia. Obliga por ser la regla próxima e inmediata de nuestras acciones, diciéndonos lo que está bien y lo que está mal.
115. La voluntad es una fuerza ciega, y tiene que guiarse para obrar bien por lo que le dicte la razón como aprobado por la LEY de DIOS en todas sus manifestaciones, y más aún, si está ilustrada por la Fe.
116. San Pablo en Romanos 14,23 nos dice que todo lo que no viene de la Fe es pecado, es decir, todo aquello que la conciencia rechaza por ser contrario a la LEY de DIOS.
117. La Virgen, es la que siempre agradó a DIOS; la que mejor escucho y cumplió la Palabra Divina; unió en sí lo que DIOS quería y lo que Ella quiso. Tendremos paz en la medida en que queramos y practiquemos lo que DIOS quiere.
118. Catecismo 1877 a 1927.
B.- Teología: La Conciencia
A. Biblia: Separación de los Apóstoles.
89. Motivos de la separación. La misma persecución surgida en Jerusalén ya obligó a ello; pero el fundamental, era el mandato de Jesucristo de ir por todo el mundo y anunciar el Evangelio a toda la creación, para que el que crea y se bautice, se salve. Era hacia el año 36 cuando se dispersaron por las diversas provincias del Imperio Romano.
90. Credos o Símbolos. Con el fin de que las Verdades principales de la Religión se enseñaran en todas partes, los Apóstoles, antes de la dispersión, redactaron un breve resumen. El más breve, es la fe en DIOS Padre, DIOS Hijo, DIOS Espíritu Santo, y en la Iglesia fundada por Jesucristo. Conocemos varios símbolos o Credos, donde se desarrollan más estas verdades fundamentales; en el siglo 20, el Credo del Pueblo de Dios del Papa Pablo 6º. Y nosotros ofrecemos el más breve y completo, para los flojos: Creo en todo lo que enseña la Iglesia.
91. Apostolado de San Pedro. En los Hechos de los Apóstoles se nos cuentan los primeros pasos. Después de que el Ángel le librase milagrosamente de la cárcel de Herodes, salió hacia “otro lugar”; creemos que a Antioquia, fundando las primeras iglesias de Asia Menor. Después pasó a Roma hacia el año 42, convirtiéndola en capital del mundo cristiano, y desde donde se organizó la extensión de la Fe por todas las provincias del Imperio. Murió mártir en la persecución del emperador Nerón, hacia el año 67, en una cruz, con la cabeza hacia abajo, por no creerse digno de morir como el Señor. La Basílica del Vaticano, el altar Papal, está sobre el lugar de su martirio y la tumba de sus restos, confirmado por una comisión de arqueólogos nombrada por el Papa Pió 12.
92. Concilio de Jerusalén. Fue el 1º y tuvo lugar al surgir ciertas desavenencias, debido a la idea errónea de los falsos convertidos que querían que la Iglesia estuviese sometida al judaísmo, obligando a cumplir ciertas leyes. Después de escuchar los relatos de San Pablo y San Bernabé sobre las conversiones y frutos de sus viajes, San Pedro y demás Cabezas, decidieron lo esencial que se debía pedir a los no judíos, y la Iglesia quedó libre de la presión judía, aunque tuvo que sufrir mucho.
93. Misión de los otros Apóstoles. Se sabe por la tradición que San Andrés predicó en Escitia y murió en Grecia; Santo Tomás en la India; San Mateo en Judea y Persia; San Felipe en Frigia; San Bartolomé en Arabia y Armenia; Santiago el Mayor en Judea y España, muriendo en Jerusalén y sepultado en España, Santiago de Compostela; San Simón en Mesopotamia; San Tadeo en Siria, Arabia y Mesopotamia: San Matías en Etiopia; Santiago el Menor en Jerusalén, fue su primer Obispo; y San Juan en Asia Menor, fijando su residencia en Efeso, sufrió el martirio en Roma, sin morir; fue desterrado a la isla de Patmos donde tuvo unas visiones y escribió el Apocalipsis, lo que está por venir, y murió ya anciano a finales del siglo 1º, dejándonos además su profundísimo Evangelio y sabrosas cartas.
94. Últimos años de la Virgen. Una tradición antigua dice que salió algo de Jerusalén, quizá a Efeso, que fue llevada por los Ángeles a España donde animó a Santiago a predicar en Zaragoza, donde se encuentra uno de los templos más grandes dedicados a Ella en su honor y honra; y que murió hacia el año 54, que resucitó gloriosa y fue llevada en cuerpo y alma al Cielo, Dogma de Fe proclamado por el Papa Pío 12 en el año 1950, año Santo del gran retorno y del gran perdón, después de la 2ª guerra mundial, y que celebramos el 15 de agosto. Los orientales no hablan de la muerte, sino de dormición. Nos da lo mismo; está en el cielo en cuerpo y alma y esto nos llena de inmensa alegría.
B. Teología: Moral: La Conciencia.
95. Es el juicio próximo práctico, regla interior de Moralidad, conocimiento interno que tiene todo hombre de la licitud o ilicitud de sus actos, próximos a ejecutar o en el momento de ponerlos en práctica; forman un juicio sobre ellos en razón de buenos o malos. La palabra conciencia viene del latín cum sciencia, que significa conocimiento íntimo. Supone el conocimiento de la LEY de DIOS y su aplicación, con la que debemos comparar nuestros actos para saber si son buenos o malos.
96. Manifestaciones. La conciencia se manifiesta de dos maneras: una antes de la acción, moviéndonos a ella si la acción es buena, o cierto desasosiego e inquietud si la acción es mala. Otra, después de la acción, dándonos paz y gozo si la acción fue buena o inquietud y remordimiento si la acción fue mala. A veces, también ya en la misma acción.
97. La Conciencia actúa de testigo, fiscal y juez y a veces sus avisos son inmediatos.
98. Clases. Recta o verdadera, errónea o falsa, defectuosa, y dudosa o perpleja.
99. Recta o verdadera. Es aquella que nos dicta lo que es conforme a la verdad y a la LEY bien entendida; representa el objeto como realmente es en sí; juzga con verdad. También se llama conciencia objetiva.
100. Errónea o falsa. Es la que nos representa como buena una acción que es mala o prohibida; o representa como mala la que es buena o permitida. Es lo que se llama conciencia subjetiva, o lo que dicen muchas veces, tiene buena intención. No basta, se puede estar equivocado.
101. Esta conciencia errónea o falsa, puede ser invencible cuando no hay ninguna duda o sospecha sobre si es bueno o malo el acto que se ejecuta, ni sobre la obligación de examinarlo.
102. Puede ser vencible, cuando el que obra tiene alguna duda o sospecha sobre la bondad o malicia del acto, o sobre la obligación de examinarlo, disponiendo de medios para ello: consultas, lecturas.
103. Defectuosa. Es la conciencia mal adquirida o malformada; obliga a salir de ella y corregirla, en cuanto sea posible. Caben dos extremos:
104. Conciencia ancha o laxa, la que apoyándose en leve fundamento, cree fácilmente que es lícito o bueno, lo que es ilícito o malo; o juzga que es venial lo que en realidad es mortal. Se suele adquirir por tibieza, vicios, costumbres de pecar, trato con personas o lecturas frívolas, quitando importancia a las cosas que de verdad la tienen.
105. Conciencia escrupulosa o estrecha es todo lo contrario: se funda en leve motivo o vanas razones para ver pecado donde no lo hay. Se suele adquirir por flaqueza, actuación diabólica, melancolías y a veces permisión Divina.
106. Dudosa o perpleja. Cuando se ve colocada entre dos acciones que parecen malas o buenas, y hay que decidirse a obrar. Si se puede, consultar; si no se puede, inclinarse por los menos malo, por lo bueno o por lo más bueno o mejor, sabiendo que para pecar, hay que quererlo a sabiendas.
107. Nos ayudará a decidir, el tener en cuenta lo que nos aconseja San Bernardo: donde demos más Gloria a DIOS, donde se beneficie más a las almas, y donde nos santifiquemos más. El pensamiento de la muerte y la eternidad también nos aclara muchas cosas. ¿Qué me gustaría haber elegido a la hora de morir? ¿Cómo lo veré desde la eternidad? Tiene primacía el alma sobre el cuerpo y la Vida Eterna sobre la temporal. Una mujer embarazada está en peligro de muerte; hay que actuar: o ella, o el niño; tiene primacía el niño, por ser el más débil y poder bautizarle para que logre el Cielo, que es mas importante que el estar un poco más en la tierra.
108. Modo de formar la conciencia. Es una de las primeras obligaciones: lograr una conciencia recta que nos dicte en cada caso, ni más ni menos, lo que nos prescribe la LEY, para que nos ponga siempre a salvo de toda inquietud interior y sea una garantía para el bien obrar.
109. Modo directo: conclusión de dos verdades claras: quiero trabajar, es Domingo y está prohibido, luego no debo trabajar.
110. El modo indirecto o probabilismo, es la opinión o sentencia probable al juicio, basado en razones graves, pero con temor de que sea verdadero el juicio contrario. Sabiendo que Ley incierta no obliga en conciencia, encomendarse a DIOS y decidir por lo que sea de más gloria de DIOS, provecho de las almas y santificación personal. Este probabilismo vale para cuando se trata de licitud o ilicitud, pero no cuando se trata de validez o nulidad.
111. Buscar buena instrucción religiosa, buenos orientadores o directores espirituales y ser sinceros y obedientes a los que gobiernan, siempre para las cosas buenas, verdaderas y justas, que estén de acuerdo con la LEY de DIOS.
112. Clase de conciencia que hay obligación de seguir. Principalmente la conciencia recta o verdadera, porque entonces se obra con rectitud, al estar conforme a lo ordenado o prohibido por la LEY Divina.
113. También se ha de seguir la conciencia invenciblemente errónea, porque entonces también se obra con rectitud, aunque sea subjetivamente. Son los de “buena voluntad”, a los que DIOS, si fuera preciso, les haría un milagro, para que llegaran a la conciencia objetiva, saliendo del error.
114. Fuerza obligatoria de la Conciencia. Obliga por ser la regla próxima e inmediata de nuestras acciones, diciéndonos lo que está bien y lo que está mal.
115. La voluntad es una fuerza ciega, y tiene que guiarse para obrar bien por lo que le dicte la razón como aprobado por la LEY de DIOS en todas sus manifestaciones, y más aún, si está ilustrada por la Fe.
116. San Pablo en Romanos 14,23 nos dice que todo lo que no viene de la Fe es pecado, es decir, todo aquello que la conciencia rechaza por ser contrario a la LEY de DIOS.
117. La Virgen, es la que siempre agradó a DIOS; la que mejor escucho y cumplió la Palabra Divina; unió en sí lo que DIOS quería y lo que Ella quiso. Tendremos paz en la medida en que queramos y practiquemos lo que DIOS quiere.
118. Catecismo 1877 a 1927.
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