De los valles a las Cumbres. Unas semanas antes de salir de misionero al Perú en 1970, pudimos pisar esta cumbre del Veleta en Sierra Nevada, al sur de España. Lo habíamos intentado en pleno invierno pero por la abundancia de nieve no se pudo. En esta ocasión, pudimos subir, y al día siguiente, la del Mulacen.
Con mucha ilusión, habíamos salido de Madrid con los primeros integrantes del JUN masculino, que después pasaron a la Cruzada de Santa María, donde hoy, 39 años después, algunos perseveran, y también de misioneros en Perú. Acababa de ordenarme de sacerdote, y me encargaron formar algo con los Juveniles, de lo que salió el JUN masculino con su Ley, hoy vigente y aprobada por la Iglesia.
Estos deseos enormes de pisar las Cumbres físicas partiendo de los valles, nos ha movido también a desear con mayor interés lograr las Cumbres de las Virtudes que nos elevan al Cielo, a veces partiendo de la profundidad oscura de los valles del vicio.
Para esto vino Jesús del Cielo a la tierra, para llevarnos a las cumbres del Cielo. Y quiso nacer de la siempre Virgen María, para que como hermanos de Padre y Madre, nos ayudemos mejor a lograrlo. Y caminar en cordada, unidos, afrontamos mejor los peligros que suelen venir. Padre Juan, Serviam.
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